A menudo recibimos consultas relacionadas sobre situaciones en las que las expectativas, lo sueños se frustran y la persona se siente fracasada… en realidad nunca fracasamos, porque equivocarnos es parte del juego. Los resultados no nos definen, pero sí el cómo los gestionamos. La frustración pone al descubierto una necesidad no satisfecha.
No siempre podemos alcanzar todas nuestras metas, porque no todo depende de nosotros o, quizás, porque no estábamos en un momento idóneo… eso fastidia a cualquiera.
Estas situaciones que generan frustración y tristeza pueden verse como oportunidades de cambio, que te permitan revisar tu visión del mundo, aunque duela, y así poder avanzar y digerir la situación.
Tu valor siempre estará intacto aunque no consigas cumplir tus expectativas o las de los otros. Gracias a este dolor podemos avanzar y plantearnos cambios, que suelen estar orientados a aceptar la pérdida del sueño y reforzar la confianza en uno mismo. Contra la tristeza, autoestima.
Si sientes que necesitas trabajar para mejorar ese estado de tristeza o para cultivar tu autoestima, puedes ponerte en contacto con nosotros aquí mismo:
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