Muchos padres acuden a consulta preocupados por la educación que ofrecen a sus hijos. No resulta sencillo saber donde está el justo equilibrio entre el poner límites y dejar hacer, y asaltan las dudas: estaré siendo demasiado permisivo o demasiado duro?
Ejercer como padre o madre es una complicadísima tarea que, por la responsabilidad que implica, puede llevar a exigirse demasiado e incluso a sentirse culpable. También es una gran oportunidad de crecimiento personal, porque los adultos no dejamos de crecer con cada circunstancia que nos envuelve.
Aquí tienes algunos consejos que podrían ayudarte:
– No hagas por ellos lo que puedan hacer por sí mismos. La confianza en uno mismo se desarrolla «haciendo», no sólo recibiendo, y perdiendo el miedo al error. acompáñale en sus iniciativas y retira progresivamente la ayuda en la medida que lo vayas viendo más seguro.
– Ayudale a que aprenda a hacerse responsable de si mismo, asumiendo las consecuencias de no cumplir.
– Nunca le digas «eso es una tontería», deja que piense por si mismo y enséñale a que el error es parte de cualquier proceso de aprendizaje.
-En lugar de eliminarle obstáculos de su vida, ayúdale a afrontarlos, así aprenderá a sentirse capaz.