Una de las grandes dificultades para amar de forma sana es la de las personas «eternamente preocup@s por la relación». Este tipo de perfiles se caracterizan por tener baja autoestima y poca confianza en los demás, idealizan a los otros, creyendo que son mejores que él/ella mism@. Por lo tanto crean relaciones de dependencia y viven siempre preocupad@s por la relación, ¿qué harían sin ella? Su seguridad se basa en la confirmación de que el otro le quiere, por tanto todos sus esfuerzos irán encaminados a ese fin.
El estilo preocupado por la relación busca que la pareja se haga cargo de él/ella mism@ así como de sus asuntos pendientes o mal resueltos.
Por qué el estilo preocupado se vincula a relaciones difíciles? muchas personas que tienden a la dependencia se junten con personas autosuficientes porque las ven muy seguras, ya que ellas se sienten todo lo contrario. Pero estas personas autosuficientes, porque les gusta funcionar así, acaban agobiadas de tanta preocupación y exigencia afectiva de su pareja. Entonces parecen incompatibles.
Aunque se puede amar con miedo, ese amor basado en la preocupación no es sano porque es un amor cargado de necesidades afectivas, grandes demostraciones de cariño, mucho control y chantajes emocionales. El miedo, entonces, se convierte en lo contrario del amor.
¿Cómo superarlo?
Mediante el autoconocimiento, comprendiendo cómo aprendiste a funcionar y detectando cuáles son tus necesidades. Tomando responsabilidad sobre las dificultades para amar y hacerse cargo de ello. Es necesario aprender a tolerar la ansiedad que nos produce la relación con el otro.